Fotografiar es un acto muy personal. Entiendo la fotografía como una expresión
artística del interior de cada fotógrafo, por ello es imprescindible estar en
comunicación constante con nuestros sentimientos y pensamientos, de forma
que la composición, los mensajes e historias que vayamos a fotografiar, se
conviertan en algo nuestro.
Para los que no llevéis mucho tiempo fotografiando, tal vez esto que os cuento
os suene extraño, pero probad a salir algún día solos, centraros solo en lo que
tenéis delante y dejaros llevar. Es obvio que en los primeros minutos os sentiréis
raros, como que todo el mundo os está mirando, Sé que os costará
concentraros y estaréis más pendientes del entorno que de vosotros mismos.
Pero siempre llega un instante en que la cabeza hace “click” y comenzaréis a
mirar de otro modo lo que os rodea. Buscaréis la luz, la miraréis de otro modo,
entenderéis a dónde van las líneas, cómo se mezcla el color, comenzaréis a
pensar de dentro a fuera. Solo entonces estaréis haciendo fotos, lo de antes
descubriréis que solo era practicar con la cámara.
Mirad, cada persona con una cámara en la mano os podrá una receta distinta.
Cada uno entiende la fotografía a su manera. A mí me gusta entenderla desde el
corazón, desde las historias que he vivido y las que me encuentro cada día.
Busco entenderme a través de mis fotos. No busco explicar lo que veo, porque
sin entenderme a mí mismo antes, ¿cómo podría explicar nada más?
Esta fase de autoconocimiento hace que seamos mejores fotógrafos, que
entendamos mejor el mundo que nos rodea, que respiremos la fotografía antes
de llevarnos la cámara al ojo. La fotografía no debería de ser algo mecánico, un
mero placer tecnológico o una obsesión por la técnica, debe ser una
herramienta para transmitir, debe emocionar y significar algo. Os puedo
asegurar que sin el esfuerzo de estar más cerca de nuestro propio mundo que
del mundo exterior, es todo mucho más complicado.
¿Cómo conseguir ser mejor fotógrafo? Conociéndote mejor a ti mismo.
Analizando tus deseos, tus fortalezas, tus debilidades, paseando sin cámara,
mirando todo sin parar, analizando el ritmo de las cosas… Imaginar y sentir
antes de hacer. Que no te lleve a engaño, soy la persona menos transcendental
que te hayas encontrado, pero sé lo que me ha funcionado hasta ahora. Cada
día tengo más claro el fotógrafo que soy y, sobre todo, el fotógrafo que no
quiero ser.
Todo empieza y acaba en saber quienes somos y cómo encajamos eso para
hacer mejor fotografía de un lienzo que es la vida y que tenemos la obligación
de interpretar para los demás. Hagamos el esfuerzo de ir más allá porque no sé
tú, pero yo no quiero ser lo mismo que el de al lado, no quiero fotografiar lo que
tú, quiero ser mejor, quiero ser diferente y quiero ser mucho más que lo que veo
a diario. Y espero que a ti te pase lo mismo.
Un artículo de Rober Tomás
Soy Rober Tomás, fotógrafo freelance y formador. Llevo 10 años dedicado al
mundo audiovisual y desde hace 2 estoy enfocado en transmitir todo lo que he
aprendido, y por supuesto, todo lo que sigo aprendiendo. Me apasiona la
fotografía de calle y afrontar la fotografía desde un punto más artístico que
técnico. Todo ello lo cuento en mi canal de Youtube al que os invito conocer
para saber más de mí y de mi trabajo.
http://robertomasfoto.com